Según la OMS, el 45% de la población mundial sufre algún tipo de patología bucodental. Aunque la salud oral es una parte fundamental para nuestro bienestar general, lo cierto es que existen algunos factores de riesgo que aceleran el desarrollo de posibles infecciones. Uno de ellos es el tabaco, estrechamente vinculado con la enfermedad periodontal. A continuación, te explicamos la relación entre el tabaquismo y la periodontitis.

¿Qué es la enfermedad periodontal?

Conocida coloquialmente como piorrea, la periodontitis o enfermedad periodontal es una infección grave qua daña los tejidos que sostienen los dientes (encías, ligamento periodontal y hueso alveolar).  En función de su grado de avance, esta patología puede variar desde una simple gingivitis hasta llegar incluso a la pérdida dentaria.

El tabaquismo y sus efectos directos en la boca

Fumar es una de las principales causas de enfermedades bucales. Los ingredientes que contiene el tabaco afectan negativamente a las células de la boca. Y a su vez, al resto del organismo, aumentando la probabilidad de sufrir enfermedades pulmonares y cardiovasculares. Algunos de los efectos son:

  • Reducción del flujo sanguíneo: la nicotina es un vasoconstrictor que disminuye el flujo sanguíneo hacia las encías, las cuales reciben insuficientes nutrientes y oxígeno, haciéndolas más susceptibles a infecciones.
  • Disminución de la respuesta inmunológica: los componentes del tabaco reducen la capacidad del organismo para combatir las infecciones, lo que se traduce en un mayor riesgo de periodontitis.
  • Producción de placa bacteriana: fumar altera el equilibrio de la microflora bucal, es decir, del conjunto de microorganismos que conviven en la boca. Esto favorece la proliferación de bacterias dañinas, ocasionando una mayor acumulación de placa.

Tabaquismo y enfermedad periodontal

Diferentes investigaciones demuestran que el tabaquismo es uno de los principales factores de riesgo en la enfermedad periodontal. Las personas fumadoras tienen más probabilidades de desarrollar placa bacteriana y sarro que aquellas no que fuman.

Además, debido a la reducida respuesta inmunológica, pueden no llegar a mostrar los típicos síntomas de una enfermedad periodontal, como, por ejemplo, inflamación y enrojecimiento de encías. Esta situación puede dar lugar a realizar un diagnóstico tardío y, en consecuencia, a tratamientos más invasivos.

La magnitud del problema: complicaciones adicionales

Más allá de los problemas periodontales, fumar incrementa enormemente la posibilidad de pérdida dentaria. Además, el tabaquismo puede complicar los tratamientos, minimizando la capacidad de cicatrizar y regenerar tejidos del organismo. Esto significa que técnicas como injertos de encías pueden tener tasas de éxitos más bajas.

Por si todo esto fuera poco, las personas que fuman tienen un mayor riesgo de padecer cáncer oral, el cual puede agravarse con la posible presencia de enfermedades periodontales.

3 pasos para disfrutar de una boca saludable

Dada la relación entre el tabaquismo y la enfermedad periodontal, es esencial tomar medidas preventivas. Algunas de las recomendaciones que se deben tener en cuenta son:

  • Dejar de fumar: ante todo, la mejor manera de reducir la probabilidad de enfermedades bucales y periodontales es dejar de fumar. Aunque no sea un proceso fácil, es prioridad para tu salud.
  • Visitas regulares al dentista: ir al dentista una o dos veces al año para revisar tu salud oral ayudará a detectar y tratar los problemas de forma temprana.
  • Buena higiene bucal: cepillarse correctamente y pasarse el hilo dental a diario es imprescindible para mantener una buena salud oral y reducir el posible desarrollo de enfermedades periodontales.

En Koresdent contamos con un equipo de especialistas en periodoncia que se encargarán de proporcionarte todas las recomendaciones que necesitas saber para cuidar de tus encías, concienciándote sobre la importancia de tomar medidas preventivas.

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